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La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) ajustó al alza sus previsiones de la inflación en los próximos trimestres, y señaló que, si bien se ha avanzado en el proceso desinflacionario, el panorama continúa siendo complejo.

La autoridad monetaria mantuvo la tasa de referencia en 11.25 por ciento y consideró que será necesario mantener la tasa su nivel actual por cierto tiempo. Los analistas prevén que será en el primer trimestre del 2024 cuando inicie el ciclo de recortes.

Por otro lado, la misma entidad bancaria aumentó sus expectativas de inflación general del segundo al cuarto trimestre de 2024 previendo un alza del 4.0 a 4.1 por ciento; para finales de año, pasó de 3.4 a 3.5 por ciento. Sus pronósticos se mantuvieron sin cambios a partir de inicios del 2025. 

Alberto Ramos, economista para América Latina de Goldman Sachs, recordó que los riesgos para la inflación siguen sesgados al alza, y el crecimiento sigue siendo sólido (por encima de la tendencia) en medio de una brecha positiva en la producción y el mercado laboral.

Entre los riesgos al alza para el indicador se encuentran: persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; depreciación cambiaria; mayores presiones de costos; que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada; y presiones en los precios de energéticos o agropecuarios.

A la baja serían una desaceleración de la economía global mayor a la anticipada; un menor traspaso de algunas presiones de costos; y que los niveles más bajos del tipo de cambio respecto de inicios de año contribuyan más que lo anticipado a mitigar ciertas presiones sobre la inflación.

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