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El peso mexicano está en camino de romper marcas en su historia de libre flotación, registrando su mejor desempeño en 2023: un avance del 13% frente al dólar, cotizando en las 16.9501 unidades por dólar spot hasta la penúltima sesión del año. Este fenómeno inédito se atribuye a varios factores, incluyendo el flujo de capitales por remesas, inversión extranjera directa, turismo, inversión y al fenómeno de nearshoring.

El comportamiento positivo de la moneda mexicana se ve respaldado por el diferencial de tasas, ya que la compra de bonos gubernamentales en México resulta más rentable para inversionistas internacionales que en Estados Unidos, a pesar de aceptar un mayor riesgo.

La fortaleza del peso mexicano frente al dólar ha llevado a que, por segundo año consecutivo, la divisa se ubique entre las más fuertes a nivel mundial, ocupando la segunda posición detrás del peso colombiano.

Las ventajas para la economía mexicana se han traducido como beneficios, pero  también han traído desafíos dado que que la fortaleza del peso ha perjudicado a las finanzas públicas y a ciertas industrias exportadoras, especialmente al sector petrolero. Los analistas anticipan que la brillantez del peso podría disminuir en 2024.

En el ámbito bursátil, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se encamina a cerrar el año cerca de los 57 mil puntos, con un impresionante aumento del 18.5% en 2023. Este rendimiento ha sido impulsado por el destacado desempeño de acciones clave, como las de Grupo Carso, Quálitas, Cemex, Alsea, Cementos Chihuahua, y Femsa.

Mientras tanto, en los mercados internacionales, el Nasdaq ha experimentado un crecimiento superior al 44% en 2023, apuntando a ser su mejor año desde 1999. El S&P 500 se encuentra a pocos puntos de un récord histórico y podría cerrar con la racha semanal ganadora más larga desde 2004. 

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