En medio de un contexto de alta incertidumbre, y en medio de una jornada atravesada por eventos de alto impacto, los índices accionarios en Wall Street sufrieron pérdidas importantes.

Otro factor que explica tan dramática caída, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), pronunció un discurso que generó inquietud en los inversionistas: declaró que existe la intención de mantener tasas altas por un periodo prolongado.

El Nasdaq encabezó las pérdidas con una caída del 0.96%, cerrando en 13,186.18 unidades. Por su parte, el S&P 500 cedió un 0.85%, alcanzando los 4,278.00 puntos, mientras que el Índice Dow Jones registró una disminución del 0.75%, finalizando en 33,414.17 puntos.

Esta jornada en terreno negativo es significativa, ya que tanto el Nasdaq como el S&P 500 acumularon tres sesiones consecutivas a la baja, algo que no se observaba desde el 19 al 22 de septiembre. Adicionalmente, el índice Dow Jones experimentó dos días de caídas, una situación que no se presentaba desde el 29 de septiembre, así como el 2 y 3 de octubre.

Paralelamente, los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años continuaron al alza, alcanzando un 4.97%, su nivel más elevado desde julio de 2007. Esta tendencia al alza ha generado preocupación entre los analistas y ha contribuido a la volatilidad en los mercados financieros.

El panorama actual refleja un entorno de alta incertidumbre, con factores tanto internos como externos influyendo en la dinámica de los mercados financieros. Los inversionistas están atentos a futuras actualizaciones y decisiones de la Fed, así como a la evolución de los acontecimientos en Medio Oriente.