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El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) amplía las responsabilidades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) al asignar el control indefinido de los aeropuertos de Puebla, Uruapan y Palenque a la SEDENA. 

La medida se enmarca en el plan de asignación de infraestructura a la Secretaría de Defensa Nacional, otorgando la administración de estos puertos aéreos a la paraestatal castrense Grupo Aeroportuario, Ferroviario de Servicios Auxiliares y Conexos Omeca-Maya-Mexica.

La entrega se realizó a través de la figura de asignación, otorgando a la empresa aeroportuaria estatal, bajo el control de la Sedena, la responsabilidad sobre la infraestructura aeroportuaria de manera indefinida. Aunque se exige la presentación de planes maestros de desarrollo y mantenimiento conforme a la ley, la visión de la Sedena guiará la administración, operación y explotación de los aeropuertos.

Con esta acción, la Sedena amplía su gestión a un total de 12 aeropuertos, inicialmente cedidos debido a condiciones de inseguridad. Desde la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, el Ejército ha consolidado su presencia en el sector aéreo, abarcando servicios de suministro de combustibles, una aerolínea en desarrollo, así como la supervisión de parques, hoteles y el Tren Maya. Este control se extiende a las comandancias de los aeropuertos y la autoridad aeronáutica nacional.

En un movimiento paralelo, la Marina, hace 20 meses, comenzó tareas de seguridad en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Posteriormente, el presidente propuso que la Marina controlara la administración y operación del AICM, estableciendo un mando único sectorizado a la dependencia castrense. De esta manera, la Secretaría de Marina, encabezada por José Rafael Ojeda Durán, asumirá el control directo del AICM, marcando un cambio significativo después de 70 años bajo la jurisdicción de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).