Los mercados financieros globales registraron fuertes caídas este lunes 5 de agosto de 2024, después de que un aumento inesperado en la tasa de desempleo en Estados Unidos y una subida de tasas de interés en Japón desencadenaran una ola de ventas masivas.

Los principales índices bursátiles en Asia y Europa cayeron significativamente, siguiendo los desplomes en Wall Street. En Japón, el Nikkei 225 sufrió una caída histórica del 12,4%, la mayor desde octubre de 1987. Otros mercados asiáticos también sintieron el impacto, con pérdidas de 8% en Taiwán y 9% en Corea del Sur. En Europa, los índices bursátiles también se desplomaron, con el Ibex de Madrid cayendo más de 2% y el Dax de Fráncfort perdiendo 1,9%.

La tasa de desempleo en Estados Unidos subió en julio al 4,3%, la más alta desde octubre de 2021, lo que generó preocupación sobre una posible recesión y aumentó la presión sobre la Reserva Federal para que recorte las tasas de interés más drásticamente. Los analistas predicen que la Fed podría recortar las tasas en 50 puntos básicos en su próxima reunión de septiembre.

El endurecimiento monetario en Japón, anunciado la semana pasada, también contribuyó a la aversión al riesgo. El yen se fortaleció significativamente, perjudicando a los exportadores japoneses. El dólar y el euro cayeron alrededor de 2% frente al yen, mientras que el Bitcoin cayó un 11,7%.

La incertidumbre sobre las políticas monetarias y la posibilidad de una recesión en Estados Unidos han disparado el “índice del miedo” casi un 200%, reflejando la creciente preocupación de los inversores por el panorama económico global.

La combinación de datos económicos decepcionantes y cambios en las políticas monetarias ha desencadenado un lunes negro en los mercados globales, recordando a los inversores la fragilidad de la economía mundial y la importancia de las decisiones de los bancos centrales.