En un nuevo giro en el prolongado drama de las bolsas de aire Takata, Ford y Mazda han reforzado sus esfuerzos para comunicar a los propietarios de vehículos sobre los peligros persistentes asociados con los infladores defectuosos de Takata. Esta situación sigue generando preocupación después de años de retiradas masivas y accidentes trágicos.

Ford ha revelado que ha realizado más de 121 millones de intentos de comunicación con los propietarios de vehículos afectados en Estados Unidos, subrayando la magnitud del problema y la importancia de abordar estos defectos. Mazda, por su parte, ha identificado aproximadamente 83,000 vehículos en el país que podrían estar en riesgo, incluidos modelos populares como los crossovers CX-7 y los deportivos RX-8.

En una actualización reciente, BMW también se ha visto obligado a retirar del mercado cerca de 394,000 vehículos en Estados Unidos debido al mismo problema con los infladores de bolsas de aire Takata. Este retiro forma parte de una serie de acciones que han involucrado a múltiples fabricantes de automóviles en los últimos años.

Desde el inicio de la crisis en 2009, más de 30 muertes, incluyendo al menos 26 en Estados Unidos, han sido vinculadas a las fallas de las bolsas de aire Takata. Además, cientos de personas han resultado heridas debido a estos defectos. A nivel global, el escándalo ha llevado al retiro de más de 100 millones de vehículos equipados con infladores defectuosos.

Takata, que una vez fue el principal proveedor mundial de sistemas de bolsas de aire, se declaró en quiebra en 2017 en el contexto de este escándalo que ha dejado una profunda marca en la industria automotriz. A pesar de la quiebra de la empresa, la preocupación por la seguridad de los vehículos sigue siendo alta.

Ford y Mazda continúan trabajando para notificar a los propietarios de los vehículos afectados y asegurar que los problemas sean corregidos. Los infladores defectuosos de Takata pueden provocar una explosión inesperada que lanza escombros metálicos, con el potencial de causar lesiones graves o incluso la muerte.

Los propietarios de vehículos deben estar atentos a las notificaciones y actuar rápidamente para que se realicen las reparaciones necesarias, garantizando así su seguridad y la de sus pasajeros.