El café es una bebida popular en el mundo gracias a su característico y delicioso sabor amargo y particular efecto energizante. Existe prácticamente en todo el planeta, por eso cada país lo ha hecho suyo, con diversas preparaciones y recetas tradicionales. 

Aunque se desconoce la fecha exacta de la llegada del café a México, los historiadores coinciden en que llegó por Veracruz, proveniente desde Cuba a finales de 1700. Se cree que fue inventado por las mujeres de la región, que lo preparaban para sus familiares y amigos. Desde ese momento este cultivo comenzó a distribuirse alrededor del territorio mexicano, por lo que es considerado como un refresco tradicional originario de Veracruz, que se prepara con café, azúcar, canela y leche. Su sabor único y aromático ha ganado popularidad en todo el país. Su sabor y aroma han sido transmitidos de generación en generación y es considerado un refresco típico de la región. 

Existen diferentes variaciones del café que se pueden hacer para darle un toque personal. Algunas personas agregan un poco de chocolate o vainilla para darle un sabor más rico. Otros lo preparan con leche de almendras o leche de coco para darle un toque más saludable.

El café de olla no solo es un refresco, sino que también es un símbolo cultural de Veracruz. Es común verlo servido en fiestas y celebraciones, y es un refresco que se disfruta en cualquier momento del día. Su preparación y consumo son parte de la tradición y la cultura veracruzana.

El café de olla es un refresco tradicional y delicioso que es originario de Veracruz, México. Su preparación es sencilla y su sabor es único y aromático. Es un símbolo cultural de la región y es común verlo servido en fiestas y celebraciones.

Actualmente, la industria cafetalera le da empleo a más de tres millones de personas, de forma indirecta o directa; y por si fuera poco, de las 14 denominaciones de origen que existen en nuestro país, dos pertenecen a este grano: café de Veracruz y café de Chiapas.