En una edición memorable de la cata organizada por el International Taste Institute, el Mezcal Divino Blanco y el Ron Villa Rica han puesto a México en el centro de la escena global, al recibir los más altos honores en esta prestigiosa competencia. La edición 2024 del evento, considerada una auténtica “Olimpiada de la Gastronomía”, reunió a productos gourmet de más de 130 países, destacando por su impresionante nivel de calidad.

El International Taste Institute, conocido por su rigurosa evaluación de productos alimenticios y bebidas, contó en esta ocasión con un jurado compuesto por más de 250 expertos de 20 países, quienes forman parte de las asociaciones de chefs y sommeliers más renombradas de Europa. Los jueces valoraron meticulosamente cada producto, garantizando un proceso de selección altamente competitivo y riguroso.

En este prestigioso certamen, el Mezcal Divino Blanco se destacó por su perfil aromático distintivo y su suavidad excepcional, ganando el reconocimiento en la categoría de mezcales blancos. Su producción artesanal y el respeto por las tradiciones del mezcal fueron aspectos altamente valorados por los expertos.

Por su parte, el Ron Villa Rica también obtuvo un destacado reconocimiento, siendo aclamado por su mezcla equilibrada y su complejidad de sabores. El ron demostró una calidad y elegancia que le permitieron sobresalir entre las mejores opciones de su categoría.

La victoria del Mezcal Divino Blanco y el Ron Villa Rica representa un logro significativo para México y un testimonio del compromiso con la calidad y la innovación en la producción de bebidas gourmet.

La distinción de estos productos no solo celebra la excelencia de sus elaboradores, sino que también pone de relieve la creciente influencia y reputación de las bebidas mexicanas en el ámbito internacional. La cata en Bruselas ha consolidado aún más el prestigio de México en el mundo gourmet, subrayando la capacidad del país para competir y triunfar en el escenario global de alimentos y bebidas.

Estos premios no solo destacan la calidad de ambos productos, sino también la creciente reputación de las bebidas latinoamericanas en el escenario internacional. La cata en Bruselas sirvió como plataforma para que estas marcas demostraran su excelencia y capturaran la admiración de expertos y consumidores de todo el mundo.