El grupo Hamás anunció el inicio de la operación "Diluvio de Al-Aqsa" cerca de la Franja de Gaza, desencadenando una intensa ola de ataques que incluyeron más de 5 mil cohetes y enfrentamientos por tierra en la zona. En respuesta, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, consideró el acto como una provocación y declaró oficialmente la guerra. La respuesta inicial de Israel fue un bombardeo aéreo sobre la Franja de Gaza, con la intención de destruir los centros de operación del grupo islamista.

El conflicto ha cobrado múltiples vidas, al menos 700 muertes reportadas en Israel y 560 más en la Franja de Gaza. Estados Unidos ha intervenido para respaldar a Israel en la defensa de sus fronteras, marcando una escalada de apoyo internacional en el conflicto.

Hamás, cuyo nombre es un acrónimo que significa Movimiento de Resistencia Islámica, fue fundado en 1987 y busca establecer un estado islámico en los territorios de Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza. El grupo insiste en que Israel es un país invasor y justifica sus actos en la búsqueda de la liberación de los territorios ocupados. ​

El movimiento cuenta con aliados en países como Afganistán, Irán y Catar, pero también enfrenta oposición de naciones como Egipto, Jordania, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, que no reconocen a Palestina como un estado independiente. A nivel internacional, 143 países miembros de la ONU han otorgado reconocimiento diplomático a Palestina como estado soberano, mientras que otros 50 territorios, incluyendo Alemania, Austria, Francia, Italia y México, aún no lo han hecho. Algunos de estos países consideran a Hamás como una agrupación terrorista.

Tanto Israel como Palestina están ubicados en el Oriente Próximo, en el continente asiático. Israel se encuentra en la ribera sudoriental del mar Mediterráneo y es un estado soberano reconocido, mientras que Palestina lucha por su reconocimiento y comprende territorios como Cisjordania y la Franja de Gaza, situados a través del estado de Israel.

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