El presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en sus críticas al Poder Judicial de la Federación, señalando que su labor está desequilibrada en favor de las minorías. Desde Palacio Nacional, el mandatario cuestionó si los jueces y magistrados están haciendo política en lugar de administrar justicia. Recordó la manifestación en contra de la eliminación de fideicomisos y argumentó que se habla de un posible paro de labores cuando, en realidad, considera que "no trabajan".

López Obrador subrayó que el poder judicial ha sido utilizado para legitimar la corrupción y avalar el robo. Ante ello, respondió con indiferencia a la quema de una piñata que representa su figura, afirmando que lo prioritario debería ser destinar recursos a becas para los niños más desfavorecidos.

El presidente hizo un llamado a los trabajadores del Poder Judicial de la Federación para que no se dejen engañar o manipular en torno a la eliminación de fideicomisos, una propuesta que se está discutiendo en la Cámara de Diputados. Sugirió que los 15 mil millones de pesos asignados al poder judicial podrían ser redirigidos a otros fines.

Asimismo, López Obrador enfatizó que la reforma al poder judicial es esencial para que jueces, magistrados y ministros sean elegidos por la población. Argumentó que esta medida ayudaría a equilibrar los sueldos y beneficios, beneficiando a los trabajadores de base y reduciendo los privilegios de las élites judiciales.

El presidente citó el ejemplo de una determinación del juez Genaro Alarcón López, quien rechazó la detención del exfuncionario García Luna, alegando que su enriquecimiento no se debía a actividades ilícitas relacionadas con su función pública. López Obrador instó a analizar si, incluso si no se enriqueció durante su mandato, García Luna utilizó su influencia para realizar negocios posteriormente.

El mandatario concluyó que es necesario llevar a cabo cambios profundos en el poder judicial para asegurar una justicia equitativa y transparente para todos los ciudadanos.

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