Los veracruzanos tienen la inteligencia y la creatividad para resaltar a todos niveles. El ejemplo más claro es Fausto Celorio Mendoza, a quien se le adjudica la invención de la máquina para hacer tortillas.

Nacido en Córdoba, fue en1947 cuando implementó un sistema de rodillos para troquelar y transportar la tortilla, revolucionando el proceso de producción. A pesar de las dificultades y el escepticismo inicial, Celorio perseveró, perfeccionando su máquina con la ayuda de colaboradores como Alfonso Gándara del Instituto Politécnico Nacional.

La máquina tortilladora de Celorio ha sido mejorada continuamente a lo largo de los años, con modelos más avanzados capaces de generar grandes cantidades de tortillas en poco tiempo, pero su legado es imborrable y por eso la empresa Tortilladoras Celorio.

Se estima que más de 100 mil tortilladoras en todo el mundo llevan su apellido, un tributo a su contribución a la industria alimentaria a nivel global. El funcionamiento de la máquina de hacer tortillas es impresionante en su simplicidad y eficacia.

La historia de Fausto Celorio y su máquina para hacer tortillas es un recordatorio inspirador de cómo un simple invento puede cambiar el mundo, uniendo tradición y tecnología para alimentar no solo cuerpos, sino también sueños y aspiraciones.