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En el corazón de Hidalgo, Pachuca de Soto despierta con encanto durante las vacaciones de diciembre. Más allá de su reputación minera, la capital ofrece un deleite para visitantes y turistas que buscan fusionar historia y diversión.

Ubicado en el epicentro, el Archivo Histórico y Museo de la Minería destaca el legado minero de la región. Este recinto cultural resguarda fotografías, documentos originales y maquinaria minera, narrando la fascinante historia de Hidalgo, reconocido por sus yacimientos de oro, plata y cobre.

“Este periodo vacacional, Hidalgo está listo para deslumbrar a los visitantes con lugares que atesoran historia, diversión y experiencias únicas en la capital hidalguense”. Elizabeth Quintanar Gómez

Para los amantes del fútbol, el Centro Interactivo Mundo Fútbol ofrece una experiencia sensorial inmersiva, donde aprender, entrenar y jugar se entrelazan en un ambiente apasionado por el deporte rey. Asimismo, el Museo Interactivo El Rehilete invita a niñas y niños a explorar la ciencia, arte, naturaleza y tecnología, creando una experiencia educativa y lúdica, acompañada de la presencia de ejemplares de dinosaurios. 

Caminar por las iluminadas calles del centro histórico durante la temporada de invierno revela la verdadera esencia de Pachuca. Además de admirar los restos que aún permanecen de la magia de la Navidad, los visitantes pueden degustar los famosos pastes acompañados de un reconfortante café de olla o atoles de variados sabores.

Los recorridos en Turibus ofrecen una perspectiva única de la ciudad, llevando a los viajeros a lugares emblemáticos como el imponente Cristo Rey, una estatua de 33 metros en el cerro de Santa Apolonia, que brinda vistas panorámicas de la ciudad y del sigiloso Cerro del Cocodrilo, custodio silente de la metrópoli.

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